El verdadero sabio

El verdadero sabio ama el silencio.

El ignorante nefasto abusa de su lengua.

Es del Tao aprender a callar,

dominar los sentidos,

apaciguar los ánimos,

evitar las dificultades,

morigerar los éxitos,

ser uno con el origen,

hacer foco en esa unión.


A quien todo esto aprende,

no se le puede adular ni rebajar,

herir ni sanar,

engañar ni convencer,

encandilar ni hundir en las tinieblas.

Porque su lugar está más allá de todo lo nombrado.



Del libro:

Tao Te Ching - Lao Tsé